A partir de los 50 años, las mujeres tienen más predisposición a padecer esta enfermedad que los hombres, debido a la falta a de estrógenos y a los cambios hormonales que comienzan a sufrir a esta edad.
Según datos de la Sociedad Española de la Superficie Ocular y Córnea (SESOC) y en base a un estudio realizado en España en la población general de adultos mayores de 40 años, la prevalencia del Ojo Seco fue del 11%, más frecuente en mujeres (11,9%) que en hombres (9%).
Las alteraciones hormonales que provoca la menopausia se consideran un factor de riesgo a tener en cuenta para la explicación de estos datos. El Ojo Seco suele presentarse asociado a otros trastornos generales propios de la menopausia, como las sofocaciones y sequedad de la piel y mucosas especialmente la vaginal, que también puede afectar a los ojos.
La edad avanzada, usar lentes de contacto, el abuso de las pantallas digitales o las condiciones ambientales (contaminación o muchas horas en espacios cerrados) también pueden afectar a la salud ocular y provocar la Enfermedad del Ojo Seco.
Una afección que tiene solución gracias a la última tecnología de luz pulsada que trata de raíz y de forma eficaz la enfermedad.